La ortorexia es la obsesión por la comida sana hasta un punto patológico.
La diferencia respecto a los otros trastornos alimenticios está en que, mientras que en la anorexia y la bulimia el problema gira en torno a la cantidad de comida, en la ortorexia gira en torno a la calidad.
Dr. Stephen Bratman, describe a personas que padecen la ortorexia nerviosa de esta manera:» Ellos toman el concepto de una alimentación sana a tal extremo que se convierte en una obsesión. Yo llamo a este estado de mente ortorexia nerviosa: literalmente, «la fijación de comer lo justo.»
Las personas que padecen ortorexia están obsesionadas con el consumo de los alimentos adecuados. Su obsesión por comer sano perjudica sus relaciones, actividades, e incluso su propia salud física.
Al igual que muchos trastornos alimenticios, la ortorexia nerviosa puede se superar. Se necesita tiempo, dedicación y esfuerzo y, a menudo la ayuda externa.
Para que podamos realizar un diagnóstico de Ortorexia deben darse los siguientes criterios:
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Quien pasa mas de 3 horas al día pensando en su dieta sana.
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Quien se preocupa más de la calidad de la comida que del placer que supone el comer los alimentos.
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Quien conforme aumenta la pseudocalidad de su alimentación disminuye su calidad de vida.
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Quien se siente culpable cuando se salta sus convicciones dietéticas.
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Quien planifica hoy lo que va a comer mañana.
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Quien se va aislando socialmente por su manera de comer.
Estos son algunos de los criterios para diagnosticar al paciente que sufre de ortorexia. Los síntomas de la enfermedad van desde depresión, ansiedad, hipocóndrias, hipervitaminosis o en su defecto hipovitaminosis y en fases avanzadas trastornos obsesivos compulsivos respecto a la alimentación.
Estos Trastornos de la Alimentación vienen acompañados de sentimientos de culpa, tristeza, inadecuación, rechazo social, dificultades laborales, dificultades en las relaciones tanto con amigos y familia, como con posibles parejas, incluso autolesiones o ideas suicidas, etc.