El primer restaurante, en el sentido moderno, del que se tenga noticia abrió sus puertas en París en 1765, cuando un mesonero apellidado Boulanger abrió una casa de comidas y colocó un letrero en el que se leía (en latín vulgar):
VENITE AD ME OMNES QUI STOMACHO LABORATIS ET EGO RESTAURABO VOS.
(Venid a mi casa hombres de estómago cansado y yo os restauraré)
La frase tuvo tanto éxito que desde entonces las casas de comidas pasaron a llamarse «restaurantes». Y casualmente, en Francia, las pastelerías se llaman «Boulangeries».
El restaurante más antiguo que todavía está en actividad es Casa Botín de Madrid, fundado en 1725.
De: culturizando.com